La raza ardenessa de sangre fría es muy antigua. Se trata de un caballo extraordinariamente dispuesto y lleno de vida, además de inmensamente fuerte, resulta ideal para todo tipo de labores de tiro.Su tierra natal es la montañosa región de las Ardenas, en la frontera entre Francia y Bélgica pero también hay un ardenes sueco, fruto del cruce del ardenés original con caballos del norte de Suecia. Se cree que desciende de los caballos de batalla de la edad media. Volvió a ser muy solicitado a principios del siglo XIX durante la invasión de Rusia por el ejército napoleónico y, más recientemente en la primera guerra mundial, se utilizó como caballo de artillería. Tiene la cara ancha, ojos expresivos, ollares bien abiertos y orejas puntiagudas. Su cuello es ancho y el pecho ancho y hundido. Sus extremidades posteriores son robustas y su cuerpo macizo y compacto. Pese a tener extremidades cortas, son muy musculosas y ligeras.
domingo, 12 de diciembre de 2010
ARDENÉS
La raza ardenessa de sangre fría es muy antigua. Se trata de un caballo extraordinariamente dispuesto y lleno de vida, además de inmensamente fuerte, resulta ideal para todo tipo de labores de tiro.Su tierra natal es la montañosa región de las Ardenas, en la frontera entre Francia y Bélgica pero también hay un ardenes sueco, fruto del cruce del ardenés original con caballos del norte de Suecia. Se cree que desciende de los caballos de batalla de la edad media. Volvió a ser muy solicitado a principios del siglo XIX durante la invasión de Rusia por el ejército napoleónico y, más recientemente en la primera guerra mundial, se utilizó como caballo de artillería. Tiene la cara ancha, ojos expresivos, ollares bien abiertos y orejas puntiagudas. Su cuello es ancho y el pecho ancho y hundido. Sus extremidades posteriores son robustas y su cuerpo macizo y compacto. Pese a tener extremidades cortas, son muy musculosas y ligeras.
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